La Medina de Túnez (فإن مدينة تونسا)
La Puerta de Francia, en la plaza de la VictoriaPlaza de la Victoria, a la entrada de la Medina. Se denomina así tras el regreso del exilio del que fuera primer presidente de Tunicia, Habib Bourguiba el 1 de julio de 1955. En el centro de la plaza, encontramos la Puerta de Francia, antigua Bab el-Bhar (puerta del mar).

Como sólo teníamos una hora para visitarla y siguiendo las indicaciones del guía local, nos adentramos por una de sus calles, en este caso por la Rue de la Kasbah, y la seguimos hasta atravesar la Medina. En este punto nos dimos la vuelta para regresar por el mismo camino hasta la Plaza de la Victoria.

Paseando por la MedinaNo hicimos compras ya que nos indicaron que a medida que bajásemos al Sur también bajarían los precios, pero si nos dedicamos a tantear los precios de los productos; chilabas, pasminas, cerámica, ..... también observamos el "acoso" que se puede sufrir por parte de los vendedores para que les compres algo....lo que sea, y luego el regateo....

Siempre hay que regatear, y si lo haces bien puedes rebajar hasta en tres veces el valor de lo que te pide. Otra cosa muy importante es iniciar un regateo cuando hay intención de comprar, si no el "jefe" se mosquea y se enfada.Colorido en los puestos de la Medina

Antes de iniciar un regateo deberemos estar seguro de hasta cuánto nos queremos gastar por la prenda y/o objeto, y ser inflexible en ello, siempre que sea un precio razonable..... los "chollos" no existen. Si al comerciante le interesa la venta ésta se llevara a efecto y todos contentos.

Y si no le parece bien la oferta que hacemos... nos dejará en paz. Esta forma de actuar vale para todas las medinas del país. A efecto nuestro nos interesa hacer las compras en dinares, con el euro el redondeo va en contra nuestra. Y al igual que en botica, hay de todo, así que comprobar las vueltas.
Catedral de San Vicente de Paúl en TúnezComo se ha comentado antes la vuelta se realiza deshaciendo lo andado, sin cambiar de calle, hasta alcanzar de nuevo la Puerta de Francia en la Place de la Victoire.

Desde este punto, ya dirección al hotel, nos adentramos por la Avenue de France hasta la Place de l'Independence donde podremos contemplar la fachada de la Catedral de Túnez, dedicada a San Vicente de Paúl, construcción de estilo neobizantino de 1882. Frente a ésta se encuentra la estatua de Ibn Jaldún, en el centro de la place de l'Independence.

Abderrahmán Ibn Jaldún, nacido en Túnez en 1332, fue uno de los mayores historiadores de todos los tiempos y no sólo del mundo árabe sino de la cultura universal. Con él la historia pasó de la simple crónica a la categoría de ciencia, concebida no ya como una relación de nombre de reyes, batallas y acontecimientos aislados mas o menos de interés sino como una sucesión de causas y efectos que sólo tiene sentido estudiados en su conjunto.

Para los tunecinos representa una de sus mayores figuras nacionales. No es de extrañar entonces que le hayan colocado una estatua en plena place de l'Indépendace entre la catedral y la embajada de Francia.

Y ya por la Avenue Habib Bourguiba llegamos al hotel, donde nos espera el autobús. Cambiamos de registro, las compras dan paso a la historia.

El Museo del Bardo (فإن الشاعر)

Lo primero que hacemos nada más llegar al Museo en pagar 1 dinar por derecho a fotos (un dinar por cámara), esto será una constante en las futuras visitas que tenemos previstas por el país.

La entrada se realiza por la Planta Baja, la cual está distribuida en 8 salas.

Mosaico funerarioSala I: Prehistórica Tunecina, colección de útiles de piedras entre el inicio del Cuaternario hasta la colonización fenicia en el siglo XII a.C.

Sala II:
Arqueología púnica, llamada del totef de Cartago que expone cipos y cerámicas que provienen del santuario de la metrópoli púnica, donde, después de los sacrificios, se recogían las cenizas de la víctima en urnas colocadas a los pies de un pequeño monumento votivo.

Salas III y IV:
Ajuares funerarios púnicos y civilización líbico-púnica, que contiene piezas ordenadas cronológicamente desde la primera vitrina, del siglo VII a.C. hasta la última (vitrina nº 9) del siglo III a.C.
Sala V: Arqueología paleocristiana, llamada "Sala Cristiana", contiene mosaicos provenientes de iglesias bizantinas junto a monumentos sepulcrales de necrópolis y mausoleos.

Sala VI:
Sala de Bulla Regia, donde se expone, además de un mosaico de bella factura, algunas estatuas que proceden de la Bulla Regia, ciudad que conoció una prosperidad notable entre los siglos III y IV d.C.
El emperador Jordano

Sala VII:
Sala de los retratos de emperadores romanos, y entre los localizados en diferentes lugares de Tunicia (siglos I-III) destaca el de Jordano.

Actualmente, sin embargo, la autoría del cuadro se atribuye a un sacerdote de los siglos III-IV, criterio que parece más verosímil.

Sala VIII: Sala de Thuburbo Majus, donde se expones mosaicos y esculturas que comprenden los siglos III-IV d.C. provenientes de ricas moradas, de monumentos públicos y de un templo de la antigua ciudad transformada en iglesia.



Por la "Sala Cristiana" accedemos a la primera planta, compuesta de otras 12 salas:

Estatuas en la Sala de la Cartago romana
Sala IX:
Sala de la Cartago romana, la mayor parte de las estatuas y esculturas que se recogen en esta sala fueron descubiertas durante las excavaciones de la ciudad.

Sala X:
Sala de Sousse, se trata de la antigua sala de fiestas del palacio y debe su nombre al enorme pavimento que representa el Triunfo de Neptuno del siglo II hallado en Sousse, la antigua Hadrumetum.

Sala XI:
Sala de Dougga, que contiene las maquetas del capitolio y del teatro de Dougga.

Sala XII:
Sala de el-Jem, donde se exponen objetos encontrados en la excavació arqueológica realizada en la antigua Thysdrus.

Sala XIII:
Sala de Althiburos, es la antigua sala de conciertos del palacio y su nombre deriva del importante mosaico procedente de Althiburos.

Sala XIV:
Sala de Oudna, era el comedor de este palacio convertido en museo, en el contemplaremos varios emblemas, es decir, cuadros de mosaicos, preparados primero sobre tela para ser después insertados en un pavimento.

Mosaico en la Sala de VirgilioSala XV: Sala de Virgilio, que componian los apartamentos privados del palacio recogen una serie de retratos de emperadores romanos.

Sala XVI: Sala de la joyas púnicas, donde se muestra una colección de joyas y amuletos de estilo egipcio y helenístico, realizados entre los siglos VII y III a. C.

Salas XVII a XXII: Salas de los hallazgos submarinos de Mahdia, dedicadas a las expediciones de arqueología submarina de Mahdia.

Sala XXIII: Sala de los mosaicos marinos, la cual ofrece a izquierda y derecha de la entrada fragmentos de un gran mosaico que originalmente adornaba una gran exedra (pórtico) y reproduce un paisaje urbano a orillas del mar.

Sala XXIV:
Sala del mausoleo, pavimentada por completo con mosaicos que proceden de Thuburbo Majus y Cartago. Debe su nombre a la tumba romana del siglo II que ocupa la parte central de la sala.
Sala del Mausoleo
Sala XXV:
Sala de los mosaicos, en esta sala aparece un mosaico en tres secciones; Baco y Ariadna se encuentran semiacostados en medio de una viña (parte superior del mosaico).

Sala XXVI:
Pavimento del frigidarium, de Thuburbo Majus, siglo IV, con racimos de uvas, viñeros y amorcillos vendimiando.

Sala XXVII:
Sala de Ulises, esta sala tiene en el suelo, a la entrada, un mosaico marino que servia como revestimiento de una fuente.

Sala XXVIII:
Sala de otros mosaicos, en la que encontramos mosaicos con diferentes motivos; Venus coronada, caballos de carreras, escenas de caza, .....

Y para terminar esta visita por el Bardo llegamos a la segunda planta del museo, con 7 salas:


Sala XXIX:
Sala de las terracotas, vidrio y bronce. Las estatuillas de terracota se depositaban con frecuencia en las tumbas como protección de las almas de los difuntos.

Salas XXX a XXXII:
Sala de los mosaicos, donde encontraremos mosaicos de luchas, sacrificios, juegos circenses...., así como varios pavimentos de mosaicos.

Sala XXXIII:
Sala de Acholla, en la que encontraremos el rapto de una ninfa por parte de un centauro marino, la cabalgata sobre un tigre de Dionisios de niño.....

Sala XXXIIII y XXXV:
Sala de los frescos, con fragmentos de frescos de Cartago y mosaicos con paisajes marinos o juegos circenses.

Fuente de mármol en el Museo de Arte IslámicoMuseo de Arte Islámico

Este museo se creo en un palacete de 1831 junto a las dependencias del museo arqueológico en el año 1900.

Las salas están organizandose aún, pero está en torno a un patio de doble columnata, decorado con mayólicas esmaltadas y una fuente de mármol blanco en el centro.

Aquí encontraremos piezas de diversas artes aplicadas; bronce, muebles, bordados, .....





Cartago
(قرطاج)


Dejamos El Bardo y la cuidad de Túnez para acercarnos a la costa, a la ciudad de Cartago. La primera parada se realizó en los puertos púnicos; con un poco de imaginación hasta se pueden ver los barcos atracados en él...... (o mucha).

El ThopetDe los puertos nos fuimos al Thopet, donde dejamos otro dinar por el derecho a foto (con este pago también estaba incluida las termas de Antonino).

El Thopet; santuario de Tanit y Baal Hammon, es el más antiguo lugar de culto púnico de Cartago y consiste en un gran cementerio.

Hubo un tiempo en que las ceremonias religiosas establecían que los niños de las familias nobles fuesen quemados en la hoguera y que sus cenizas, introducidas en urnas, se sepultasen en el interior del recinto sagrado..... (cada uno tiene sus "costumbres").

Dar una vuelta por este recinto nos puede llevar poco más de 15'.



Y como última visita en Cartago; Las Termas de Antonino, o lo que quedan de ellas.
Panorámica de las termas de AntoninoSe trata del monumento más espectacular de Cartago. Sus restos pertenecen a lo que en su día era un espacio de servicio situados en el subsuelo.
De la parte pública, donde se encontraban las salas de reuniones y baños han desaparecido; tan sólo el anastilosis (Realzado de columnas hundidas. Se dice también de la reconstrucción de un edificio antiguo obtenida mediante la reunión en él de sus elementos arquitectónicos dispersos. ) de tres columnas puede dar la idea de la altura del piso noble.

Las termas se iniciaron en la dinastía de los Antoninos con el Emperador Adriano (118-138) y se terminaron durante el mandato de Antonino Pío (138 - 161), pero fueron parcialmente destruidas durante la invasión de los vándalos, permaneciendo ocultas bajo sus propios escombros y empleadas durante siglos como foso para materiales de construcción.
Entre 1945 y 1956 fueron recuperadas y sometidas a trabajos de restauración.

Y de las termas nos dirigimos a comer en un restaurante de Cartago, para después salir hacia el pintoresco pueblo de Sidi Bou Said.

Sidi Bou Said (سيدي بو سعيد)
Típica puerta azul tachonada de Sidi Bou Said
Antiguo pueblo de morabitos situado sobre una colina que le concede una buena vista sobre el mar donde destacan las casas de fachada blanca con sus puertas azules.

El pueblo, considerado lugar santo por los musulmanes, debe su nombre al místico Abou Said Khalafa ben Yahia et-Temiti, quien desde 1207 lo convirtió en centro de difusión del sufismo (El sufismo, en idioma árabe تصوف taṣawwuf, es una de las denominaciones que se han dado al aspecto esotérico del Islam).

Este lugar ha sido muy promocionado a partir de 1912, en el que el barón inglés Rodolphe d'Erlanger se hizo construir allí un hermoso palacio. También se ha convertido en un lugar frecuentado por artistas, músicos, poetas y escritores.

Hoy día es un pueblo que llega a recibir diariamente más de 100.000 visitantes entre nacionales y extranjeros.
Café El Alia
El punto de reunión por excelencia es el café El-Alia, llamado por los franceses "café des Nanttes". Se encuentra en la calle principal y se le reconoce, al carecer de cartel, por el acceso en forma de escalera con terracitas exteriores. Mucho más vistoso en el café Chaabane, colgado sobre el acantilado a la salida de la población, que ofrece unas vistas espléndidas sobre la costa de Cartago.

Terminada la visita regresamos al hotel, en Túnez, para hacer las maletas; mañana salimos hacia la estepa tunecina y el despertador ha de sonar a las cinco de la mañana, de manera que cenamos pronto y dimos un pequeño paseo por los alrededores del hotel antes de acostarnos.
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